Recibir dinero por su cumpleaños o por la paga semanal puede hacerles sentir mayores, responsables…y también un poco perdidos.
“¿Me lo gasto ya?”, “¿Y si ahorro para eso que quiero?”, ¿Me va a llegar para todo?” Son preguntas que quizá no digan en voz alta, pero empiezan a rondar en su cabeza cuando tienen que tomar decisiones por sí mismos. Ahí es donde entra en juego el presupuesto: una herramienta sencilla para ayudarles a organizar lo que tienen, planificar en qué quieren gastarlo y aprender, casi sin darse cuenta, a gestionar el dinero con responsabilidad y libertad. Y sí, también puede ser divertido.
Hoy te proponemos una actividad fácil, visual y práctica para que tu hijo haga su primer presupuesto, y puedas acompañarle en el proceso.
¿Por qué hacer un presupuesto con niños?
Crear un presupuesto no es cosa de adultos con facturas. También es una forma estupenda de que los niños aprendan a:
- Saber cuánto tienen y cuánto les cuesta conseguirlo.
- Pensar antes de gastar.
- Establecer prioridades y objetivos.
- Sentir que tienen control sobre su propio dinero.
Y cuanto antes empiecen a practicarlo, más natural les resultará en el futuro.
Una actividad paso a paso para crear su primer presupuesto
Materiales necesarios
Para realizar esta actividad de forma sencilla y visual, solo necesitarás los siguientes elementos:
- Una hoja de papel o una plantilla impresa (puede ser cuadriculada, en blanco o diseñada específicamente para presupuestos infantiles).
- Lápices, bolígrafos o rotuladores de colores para personalizar cada categoría.
- La cantidad de dinero que el niño o niña desea organizar, ya sea una paga semanal o el importe recibido por un cumpleaños u otra ocasión especial.
Opcionalmente, también podéis utilizar sobres, pequeñas cajas o frascos etiquetados para separar físicamente el dinero destinado a cada objetivo, lo que facilita su compromiso y manejo.
Paso 1: ¿Cuánto tienes?
Lo primero es anotar cuánto dinero tiene. Puedes ayudarle a contarlo y dejarlo apuntado como si fuera “su sueldo”.
Paso 2: ¿En qué quieres usarlo?
Anímate a pensar en tres o cuatro categorías. Pueden ser:
- Cosas que quiere comprar (caprichos).
- Ahorro para algo más grande.
- Regalos para otros o causas solidarias.
- Guardar “por si acaso”.
Paso 3: Reparte el dinero
Ahora toca decidir cuánto dinero va a cada parte. Ayúdale a sumar, restar y ajustar si se pasa del total. Aquí es donde realmente aprende a priorizar.
Paso 4: Decora y guarda su presupuesto
Si lo hace bonito, ¡le hará más ilusión seguirlo! Puedes animarle a dibujar cada categoría o a crear sobres, cajitas o bolsitas con etiquetas. Eso hará que el dinero no esté todo junto y sea más fácil de organizar.
¿Y si se equivoca al repartir?
También es parte del aprendizaje. Si se gasta todo en un día o se arrepiente de no haber guardado más, que no lo vea como un fallo, sino como una oportunidad para revisar el presupuesto juntos y pensar en mejoras para la próxima vez.
Hacer su primer presupuesto puede ser el comienzo de algo muy valioso. Con el tiempo, entenderá que el dinero no es solo para gastar, sino también para pensar, planificar, soñar y compartir.
Y si tú estás cerca para guiarle con paciencia y sin juicios, no solo aprenderá a gestionar su paga, sino que también sabrá hacerlo con su primer sueldo, beca o tarjeta bancaria cuando sea mayor. ¿Empezamos?