¿Alguna vez has querido comprarte algo y tus padres te han dicho: “Eso no es una necesidad, es un capricho”? Puede que en ese momento te pareciera injusto, pero lo cierto es que aprender a diferenciar lo que necesitamos de lo que simplemente queremos es una de las habilidades más importantes cuando hablamos de dinero. Y cuanto antes lo aprendas, mejor manejarás tus ahorros y tus decisiones de compra en el futuro.
¿Qué son las necesidades?
Las necesidades son esas cosas básicas que nos ayudan a vivir bien, estar sanos y poder seguir con nuestra vida diaria. Son cosas que no podemos dejar de tener sin que eso nos cause un problema real. Por ejemplo:
- Comida y agua: sin ellas no podríamos mantenernos fuertes ni con energía.
- Un lugar donde vivir: nuestra casa nos da seguridad, techo y protección.
- Ropa y calzado adecuados: nos mantienen calientes cuando hace frío, secos cuando llueve y cómodos para poder movernos.
- Material escolar: libros, cuadernos, lápices… todo lo necesario para aprender y avanzar en el cole.
Estas son cosas que los adultos siempre tienen que priorizar cuando deciden en qué gastar el dinero. Sin ellas, la vida sería mucho más complicada.
¿Y los deseos?
Los deseos, en cambio, son cosas que nos encantan y que nos gustaría tener, pero que no son imprescindibles para vivir. Por ejemplo:
- Ese videojuego nuevo que acaba de salir.
- Unas zapatillas de edición limitada que están de moda.
- Salir a comer hamburguesa todos los fines de semana.
- Una tablet más moderna aunque la que tienes funciona bien.
Tener deseos es normal y está bien. A todos nos ilusiona comprarnos algo especial o ahorrar para algo que nos encanta. Pero los deseos no son urgentes ni vitales, y eso hace que sea importante aprender a controlarlos.
Cómo diferenciar una necesidad de un deseo
A veces no es tan fácil saber si algo es una necesidad o un deseo. Para decidir mejor, puedes hacerte estas preguntas:
- ¿Puedo vivir sin esto? Si la respuesta es sí, probablemente sea un deseo.
- ¿Es algo que necesito para mi salud, para el colegio o para mi día a día? Si es así, seguramente sea una necesidad.
- ¿Tengo ya algo que cumpla esa misma función? Si lo tienes, quizás lo nuevo sea solo un capricho.
- ¿Podría esperar un poco más para comprarlo? Si la respuesta es sí, no es una necesidad urgente.
Por ejemplo, unas zapatillas deportivas son una necesidad para hacer deporte o ir al cole, pero un modelo mucho más caro solo por moda es un deseo. Diferenciarlo te ayudará a no gastar de más y a valorar lo que tienes.
Por qué es importante entender la diferencia
El dinero no es infinito. Si lo gastamos todo en deseos, puede que no quede para cosas importantes cuando las necesitemos. Saber priorizar es una habilidad que te servirá toda la vida:
- Te enseña a ahorrar para conseguir algo que realmente quieras más adelante.
- Te ayuda a pensar antes de comprar, evitando compras por impulso.
- Te da una idea más clara del valor de las cosas y de lo que cuesta conseguirlas.
Aprender esto ahora, con tu paga o con los primeros ahorros, es como un entrenamiento para manejar tu propio dinero en el futuro. Te hará más responsable y te permitirá tomar mejores decisiones cuando seas mayor.
Recuerda:
No pasa nada por tener deseos ni por darse un capricho de vez en cuando. La clave está en no confundirlos con necesidades y en saber esperar el momento adecuado para comprarlos.
En El Club de Mi Caja queremos ayudarte a que aprendas a manejar tu dinero con inteligencia y libertad, para que tus deseos puedan cumplirse cuando tú lo decidas… ¡sin dejar de lado lo que de verdad importa!