El valor del ahorro explicado a niños de forma divertida (juegos, cuentos…)

¿Y si enseñar a ahorrar pudiera ser tan divertido como un juego de mesa o un cuento antes de dormir? Hablar de dinero con niños no tiene por qué ser complicado, ni aburrido. De hecho, cuanto más divertido y cercano lo hagamos, más fácil será que entiendan conceptos como el valor de las cosas, la espera, el esfuerzo y, por supuesto, el ahorro.

Porque ahorrar no es solo guardar monedas en una hucha. Es aprender a pensar en el mañana, es decir “ahora no” para poder decir “sí” más adelante, y disfrutar más aquello por lo que han esperado.

¿Quieres enseñarles a ahorrar sin sermones ni números imposibles? te damos ideas para hacerlo jugando, leyendo, inventando y, sobre todo, compartiendo momentos juntos.

¿Por qué es importante enseñar a ahorrar desde pequeños?

El ahorro es una habilidad que se cultiva con el tiempo. Cuanto antes empiecen a familiarizarse con él, más natural será su relación con el dinero en el futuro.

Aprender a ahorrar ayuda a niños a:

  • Entender que los recursos no son infinitos.
  • Valorar más lo que consiguen con esfuerzo.
  • Tomar decisiones y planificar.
  • Controlar impulsos y gestionar la espera.

Y lo mejor es que no hace falta hablarles como adultos. Basta con traducir las ideas a su lenguaje: el del juego, la historia y la emoción.

Juegos que enseñan a ahorrar

  1. Monopoly con metas de ahorro: adapta el juego de Monopoly para que los niños tengan que ahorrar para comprar propiedades o lograr una meta específica.
  2. Tienda en casa: organiza una tienda ficticia con productos cotidianos: juguetes, dibujos para colorear, meriendas especiales. Asígnales un valor y entrégales una cantidad limitada de “dinero” para gastar a lo largo de la semana. Tendrán que decidir si se lo gastan todo el primer día o esperar por algo que realmente desean.
  3. El banco: juega a ser cliente y banquero, así se les ayudará a entender cómo funciona el dinero y a organizar sus ahorros.
  4. El reto del ahorro en familia: elegid un objetivo común (una salida, una película con palomitas, un juego de mesa) y marcad un plan para conseguirlo entre todos.

Cuentos y recursos que les ayudan a entender

  1. Cuentos clásicos con mensaje económico: Historias como “La cigarra y la hormiga” o “Los tres cerditos” ya hablaban, en realidad, de planificación y esfuerzo. Puedes aprovecharlos para iniciar una conversación: ¿Quién te parece más precavido? ¿Qué habrías hecho tú?
  2. Libros actuales sobre educación financiera infantil:
    • “La imprescindible guía sobre el dinero: un increíble viaje por el mundo de las finanzas”, de Brendan Kearney.
    • “El dinero no crece en los árboles” de Jennifer Moore-Mallinos.
    • “Mi primer libro de economía” de María Jesús Soto.
    • “¿Dónde crece el dinero?” de Laura Mascaró.
    • “Un perro llamado dinero” de Bodo Shäfer.
  3. Inventar vuestra propia historia

Cread juntos un cuento en el que el protagonista tenga que ahorrar para lograr un objetivo: un viaje, un juguete o una sorpresa para alguien. Deja que ellos decidan qué decisiones tomar y cómo enfrentarse a los imprevistos.

Ahorrar puede parecer una palabra muy seria, pero cuando se explica desde el juego, los cuentos y la experiencia compartida, se convierte en algo natural, casi mágico. No se trata solo de guardar monedas en una hucha, sino de aprender a pensar en el mañana, a valorar el esfuerzo y a tomar decisiones con cabeza.

Si sembramos estas ideas desde pequeños, con creatividad y paciencia, estaremos ayudándoles a construir una relación sana con el dinero. Y lo mejor es que, mientras tanto, también estamos compartiendo tiempo, historias y aprendizajes que recordarán mucho más allá de lo que consigan ahorrar.